RECULAR NO LO EXIME DE SU NEFASTA INTENCIÓN

Por Jaime Abanto Padilla

El Ministerio de Cultura, apabullado por la presión mediática y de distintos gremios culturales y hasta organismos internacionales, se vio en la imperiosa necesidad de recular la Resolución Viceministerial N.º 128-2025/VMPCIC/MC”, que pretendía reducir el área protegida de 5,633.47 km² a casi la mitad.

Fabricio Valencia, ministro de cultura, ha mostrado su verdadera cara y el favoritismo que tiene el gobierno hacia los mineros informales. No solo el congreso favorece la ilegalidad e informalidad minera a través de leyes nefastas que ponen en riesgo al país y a sus centros arqueológicos, también en Ejecutivo quiso sacrificar las líneas de Nasca para favorecer la informalidad.

El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana Cavides, había informado  al Pleno sobre la presentación de tres mociones de interpelación (N.º 17586, 17587 y 17588) dirigidas al ministro de Cultura, Fabricio Valencia Gibaja, quien debería responder ante el Parlamento por diversas decisiones adoptadas durante su gestión, especialmente la reducción del área intangible que protege las Líneas y Geoglifos de Nasca.

El Colegio de Arqueólogos del Perú entre otras instituciones habían pedido la renuncia del incompetente ministro de Cultura y definitivamente el retroceder no lo libera de culpa. Una persona con ese pensamiento no puede ser ministro de Cultura de nuestro país, mantenerlo en el cargo es una ignominia para nuestra ancestral nación.

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