La NASA confirmó el fallecimiento de James “Jim” Lovell, legendario comandante del Apolo 13, a los 97 años de edad. Lovell pasó a la historia por liderar la misión espacial de 1970 que, pese a no lograr su objetivo de alunizar, se convirtió en un ejemplo de liderazgo y supervivencia tras un grave fallo técnico en pleno viaje a la Luna.
Según informó la agencia espacial estadounidense, Lovell murió el jueves 7 de agosto. Las causas no fueron reveladas y la familia solicitó privacidad en este momento de duelo.
En un comunicado, la NASA destacó que su “carácter y valentía inquebrantable transformaron una posible tragedia en un éxito del que aprendimos muchísimo” y que su trabajo contribuyó al avance de la exploración espacial en plena carrera hacia la Luna.
Lovell, capitán de la Marina estadounidense y veterano de las misiones Géminis y Apolo, es recordado como un líder excepcional. “Para el mundo, fue un explorador del espacio. Para nosotros, fue papá, abuelo y nuestro héroe”, expresó su familia en un comunicado.
El Apolo 13, lanzado el 11 de abril de 1970 junto a Jack Swigert y Fred Haise, tuvo que abortar el alunizaje cuando un tanque de oxígeno explotó en pleno vuelo. Lovell logró guiar a la tripulación de regreso a salvo a la Tierra, en lo que se considera una de las hazañas más notables de la historia de la NASA.
Su legado seguirá vivo en las próximas generaciones de exploradores que, gracias a su ejemplo, se preparan para nuevas misiones como Artemisa, que busca llevar nuevamente a la humanidad a la Luna.