Por Jaime Abanto Padilla
La vieja frase que escribiera alguna vez Mario Vargas Llosa en su novela “Conversación en la Catedral” y que sigue más vigente que nunca, aquella de “¿En qué momento se jodió el Perú? Nos remite al novísimo escándalo protagonizado por la familia Acuña Peralta, aquella que cogobierna con Dina Boluarte y que pone ministros, prefectos y subprefectos en el país.
Esta vez el escándalo lo promueve María Grimaneza Acuña Peralta, hermana de César Acuña Peralta, propietario de la Universidad César Vallejo (UCV) y del partido Alianza para el Progreso (APP), quien curiosamente habría realizado sus estudios de maestría y doctorado en la Universidad César Vallejo, universidad nada menos que de su hermano.
Hoy por hoy y a solicitud del mismo Poder Judicial, resulta que la congresista, quien además, es nada menos que presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, es una pilla más, las tesis de la congresista no existen en el mundo real, es decir, obtuvo títulos sin tener los documentos que lo acrediten, al fin y al cabo, la universidad es de su hermano.
Ante la solicitud del Tribunal de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Ministerio de Justicia de exhibir los documentos, la universidad no ha tenido más absurda y mendaz idea que responder que en 2017 en medio del fenómeno El Niño, las tesis fueron afectadas, tesis que según los embusteros se habrían visto dañadas hasta la extinción por un huayco que ingresó a su archivo ubicado en su almacén de la sede de la universidad en Chiclayo.
En plena era digital, cuando todas las universidades e instituciones digitalizan sus archivos, el emporio educativo de los Acuña no tiene archivos digitales, ni copias, tampoco los tiene la involucrada y se culpa de ello a los fenómenos naturales. Acusan de la tragedia al Fenómeno El Niño. Una pena que esa triste universidad que vende títulos y grados a gusto del cliente lleve el nombre del más ilustre de los poetas peruanos, nuestro vate inmortal: César Vallejo.