CONTUMAZÁ: INGEMMET ADVIERTE PELIGROS GEOLÓGICOS EN LLALLÁN Y LA MÓNICA

Afloran rocas volcánicas de tipo flujos de lavas y flujos piroclásticos; así como depósitos superficiales coluviales, coluvio deluviales y proluviales; y depósitos aluviales.

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LLALLÁN.Se detectó un área de 1.8 hectáreas con bloques de roca sueltos de hasta 12 metros de diámetro.

El centro poblado de Llallán y el caserío de La Mónica (distrito de Chilete – Contumazá – Cajamarca) presentan zonas de alto peligro geológico al existir áreas con condiciones que favorecen la presencia de movimientos en masa de tipo caída de rocas y huaicos (flujos de detritos); según un reciente estudio del Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet)

El estudio revela que en los sectores evaluados afloran rocas volcánicas de tipo flujos de lavas y flujos piroclásticos; así como depósitos superficiales coluviales, coluvio deluviales y proluviales; y depósitos aluviales.

Las viviendas en Llallán y La Mónica están construidas en laderas de pendiente suave a moderada, con inclinaciones entre 1° a 15°. Sin embargo, sus alrededores cuentan con laderas cuyas pendientes son mayores a 25°, lo que aumenta el riesgo de desprendimientos de rocas y deslizamientos. En las partes bajas, se identificaron áreas propensas a inundaciones.

PELIGROS IDENTIFICADOS

Llallán: se detectó un área de 1.8 hectáreas con bloques de roca sueltos de hasta 12 metros de diámetro. Estos representan un peligro latente, pues ya afectaron tres viviendas y ponen en riesgo dos centros educativos y un tramo de 75 metros de la carretera nacional PE-08.

La Mónica: se identificó dos sectores con peligro por huaicos (flujo de detritos), cubriendo áreas de 0.68 y 0.12 hectáreas. En total, 24 viviendas y un tramo de 70 metros de la misma carretera están expuestos a este peligro.

CAUSAS Y RECOMENDACIONES

Los especialistas de Ingemmet explican que las lluvias intensas, que pueden superar los 80 mm de precipitación en un solo día, son el principal factor que desencadena estos fenómenos. Sin embargo, también influyen las actividades humanas, como la falta de sistemas de drenaje adecuados, la deforestación de laderas y la construcción sin planificación técnica.

Para reducir los riesgos, Ingemmet ha recomendado a las autoridades locales implementar medidas de prevención.

Desquinchar los bloques sueltos con medidas de control adecuadas.

Construcción de sistemas de drenaje urbano impermeabilizado para evitar la acumulación de agua en las zonas vulnerables.

Reforestar las laderas con especies nativas y de raíces densas a fin de evitar la erosión.

Canalización de quebradas para controlar el flujo del agua y reducir su filtración e impacto en el suelo.

Construir drenajes de coronación y construir muros de contención y/o instalar enmallados o barreras dinámicas.

Remoción o aseguramiento de rocas sueltas para prevenir el desprendimiento de estas. 

Construcción de defensas ribereñas adecuadas en las bases de las viviendas.

Elaborar un estudio de evaluación de riesgos EVAR a fin de determinar el probable reasentamiento de viviendas e instituciones expuestas; además de proponer medidas complementarias para definir estrategias adicionales de control y mitigación.

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